Los complementos
sexuales existen desde hace unos 2.500 años, aunque hay datos arqueológicos de
monumentos fálicos de dos y tres metros de alto, pertenecientes a la Edad de
Bronce (unos 4.000 años a.C.). Los usaban los antiguos griegos, egipcios y
romanos, que hacían figuras de cera que imitaban el falo. Las solteras de la
Grecia antigua usaban los "olisbos", especies de penes de madera que
lubricaban con aceite de oliva, y en las áridas tierras del Oriente Medio los
fabricaban con boñiga de caballo que luego recubrían con resina.
Por otra
parte, antiguos manuscritos chinos muestran cómo los hombres se ataban una seda
en la base del pene, para mantener la erección – la misma función que hoy
cumplen los aros o anillos–. Algunos de estos juguetes eran muy imaginativos:
el "erizo" chino era un círculo de finas plumas unidas a un anillo de
plata que encajaba sobre el pene. En la mitología griega, cuando Zeus separó al
ser andrógino –el que llevaba en un solo cuerpo los principios femenino y
masculino–, lo hizo para que la especie se multiplicara.
En las pinturas
paleolíticas ya el falo aparece representado en las cuevas de Altamira y de
Lascaux, y en la Mesoamérica precolombina hicieron asombrosos falos de cerámica
para representar la fertilidad. Oriente ha sido otro templo de divinidades
fálicas, y en India, por ejemplo, el dios Siva era venerado como un pene erecto
–el lingam–, a veces combinado con una representación de la vulva –el yoni–. Y
hasta la etimología de algunas palabras lleva implícito su contenido de placer:
por ejemplo dildo –consolador– viene del italiano dildetto que significa complacer,
y para complacer y "consolar" se usa desde el siglo XVI. En el fondo,
todo se conecta con el ancestral culto al falo, una de las más antiguas
prácticas relacionadas con el culto a la fertilidad. Como vemos, desde épocas
inmemorables los seres humanos han usado juguetes sexuales para gozar más del
sexo. El dildo y los vibradores son quizás su máximo exponente. 3Algunas
referencias sobre la historia del dildo las encontramos cuando su imagen
aparece como elemento decorativo o escultórico en referencias a las
celebraciones de las fiestas de la fertilidad o de la cosecha. Las imágenes de
la vagina, del pene y del huevo han sido elecciones obvias de la humanidad
cuando celebraban los rituales de la fertilidad. El dildo moderno es el
vibrador. Sin embargo éste no aparece sino hasta después que el uso de la
electricidad se extendió a finales del siglo diecinueve. Curiosamente, su
aparición original fue como instrumento médico, el cual se usó por casi 30
años. Los vibradores se usaron ampliamente en el mundo médico en la década de
1890, cuando se diagnosticó una "epidemia" de histeria entre las
mujeres occidentales. Los síntomas de esta enfermedad, que en el pasado los
médicos griegos describieron como el "útero ardiente", fueron
múltiples, hasta el punto que cualquier forma de comportamiento extraño en las
mujeres se consideraba histeria. La ansiedad, irritabilidad, fantasías sexuales
o una "excesiva lubricación vaginal", se consideraban los primeros
síntomas de la enfermedad. Se creía que el origen de la histeria era
simplemente el resultado de la frustración sexual femenina. Durante el siglo
diecinueve a las mujeres que sufrían de histeria los médicos les masajeaban el
clítoris hasta producirles un "paroxismo histérico", que hoy
simplemente denominamos orgasmo. Esta había sido la práctica generalmente
aceptada por más de mil años. Pero en la década de 1880, esta práctica médica
se volvió en muchos casos tediosa y el médico británico Joseph Mortimer
Granville patentó un aparato electromecánico de forma fálica como instrumento
terapéutico para efectuar el "masaje pélvico" en forma más fácil,
rápida y limpia. Naturalmente que el masaje pélvico no curaba la histeria, y
las pacientes tenían que recibir tratamiento médico periódico. No había que
hacer mucho esfuerzo para pensar que en la época Victoriana las mujeres iban
donde los médicos a obtener el placer que no recibían en sus casas y que esta
práctica se consideraba socialmente aceptable.
Este comportamiento se explicaba
por la aceptación del "modelo androcéntrico de la sexualidad", que
consideraba que el 4sexo era exclusivamente para la penetración y eyaculación
masculina. Puesto que el uso del vibrador era sobre el clítoris y externo a la
vagina, se concluía que no había contacto sexual y que el procedimiento era puramente
médico. Ciertamente, causaba más controversia que el uso del vibrador, la
introducción del especulo y muchos años después el uso del tampón. En un libro
de 1883 titulado "Salud para Mujeres", su autor recomendaba los
nuevos vibradores para tratar la "hiperemia pélvica," o congestión de
los genitales.
Los vibradores eran operados con corriente eléctrica, baterías,
pedal, turbina de agua, aire a presión o motor a gas y parecían más un equipo
pesado de ingeniería. Tenían velocidades que iban desde 1000 a 7000 pulsaciones
por minuto y su precio, en 1904, variaba entre quince y doscientos dólares
según el modelo. Algunos de los primeros modelos fueron escandalosamente caros,
como fue el modelo "Chattanooga" que se vendía por doscientos dólares
al final del siglo diecinueve. Sin embargo, en 1905 los vibradores ya eran más
pequeños y económicos e incluían varios complementos para otros usos domésticos
como la batidora.
De hecho, el vibrador fue el quinto artículo para el hogar en
ser electrificado, después de la máquina de coser, el ventilador, la cafetera y
la tostadora y precedió en no menos de diez años a la aspiradora y a la plancha
de ropa, pues sus fabricantes seguramente se ajustaron a las prioridades de los
consumidores de su época. A principios del siglo veinte, los dildos y
vibradores comenzaron a aparecer publicitados en las revistas y catálogos
femeninos como "instrumento para la tensión y la ansiedad femenina".
La cadena de almacenes Sears Roebuck, describió en sus catálogos de venta por
correo a estos juguetes como "una ayuda que toda mujer sabrá
apreciar". Su uso se estimuló como una forma de mantener a las mujeres
relajadas y contentas.
El reinado del vibrador como instrumento de los
consultorios médicos terminó en 1920, cuando empezaron a aparecer en películas
pornográficas y perdieron su respetabilidad como electrodoméstico. De otra
parte, la medicina había avanzado y se tenía un conocimiento más profundo sobre
la sexualidad 5femenina. La propaganda sobre el uso de vibradores desapareció
de las revistas y catálogos. Entre los años 20 y los 60 hay muy pocas menciones
sobre los vibradores. En 1949 se recomendaba el uso del vibrador en un manual
de sexo titulado "El Goce Amoroso en el Matrimonio" y en textos
similares aparecidos en 1959 y 1960.
Los investigadores Masters y Johnson
usaron los vibradores en su investigación sobre la sexualidad en los años 60.
Por la misma época los vibradores en forma de pene se vendían en tiendas de
sexo y en catálogos de venta por correo, conservando su reputación sórdida. La
feminista y terapeuta sexual Betty Dodson, dice haber sido la primera feminista
en recomendar a las mujeres el uso del vibrador para auto producir orgasmos
mediante la estimulación del clítoris. Dodson ha realizado con éxito talleres
sobre la masturbación femenina con vibradores durante más de 25 años. Algunas
innovaciones recientes en el diseño de los vibradores han sido muy llamativas:
Cándida Royalle, una conocida actriz porno lanzó al Mercado el vibrador
"Natural Contours" que tiene forma curva para adaptarse a la forma de
la vulva.
Los japoneses desarrollaron un vibrador rotativo que se volvió muy
popular entre los juguetes sexuales. El vibrador "Fukuoku 9000", ganó
adeptos/as por ser un pequeño vibrador que se ajusta en el dedo y operado con
baterías, muy apreciado en las artes amatorias. Otro vibrador innovador en su
momento fue el "Eroscillator" que en vez de vibrar hacia arriba y
hacia abajo, oscila hacia los lados y trae un complemento para ajustar al
clítoris.